jueves, 12 de junio de 2008

Bastante viejo para recordar

En fechas actuales me encuentro haciendo mi tesis (mi eternísima tesis) de licenciatura, con respecto al ilustre filósofo, escritor, editor (de una revista pro nazi), periodista, revolucionario, demócrata, cuasi - embajador, amante de mujeres oligarcas, educador y político José Vasconelos. Cuando creí con arrogancia que habría circunscrito toda actividad que el hombre habría hecho en su vida, me topé con esto:


José Vascelos, TV Host

Este hombre hizo de todo, en verdad, que bárbaro. Fue pionero hasta en éste tipo de programas para desvelados sin vida propia. Lo que mas me generaba expectativa con respecto a éste documento audio visual era escuchar la voz del maestro nacido en Oaxaca, que vivió toda su infancia en Piedras Negras y buena parte de su exilio político en los Estados Unidos, España y Francia. Vaya sorpresa, ni "seseos" españoletes ni fonética sajona ni muletillas del norte o del sur de la república, tiene el mas perfecto acento chilango que haya escuchado, no tan grácil como el tepiteño o sutil como el de iztapalapa, sino mas bien como de viejito comerciante del centro o habitante del barrio de Tacubaya, donde por cierto murió dos años después de la transmisión de éste episodio de Charlas Mexicanas, en 1959.

Ahora tengo un pretexto perfecto para visitar la videoteca de la Unam - único acervo, junto con la fonoteca que nunca he visitado - y buscar mas de estas joyitas para integrarlas a mis fuentes primarias, sólo espero no quedarme dormido en el proceso.

1 comentario:

Patrulla dijo...

¡Y le faltó novelista, el Ulises Criollo es una de las mejores novelas de la primera mitad del siglo XX, sólo comparada con las de Martín Luis Gúzman!, ¿Memorias, Novela, Justificaciones políticas para la Posteridad, Historia?

¿Sabe?, uno de los primeros libros que leí en mi vida, fue la Historia de México de Vasconcelos, sus ideas me apasionaron, me asustaron, aún recuerdo el final. Así es el maldito Pepé, cuando te das cuenta, ya estás leyendo 15 libros para rebatir sus argumentos que zumban cual moscos.

Imagino que por eso María Antonieta hizo lo que hizo en Notre Damme, ¡acabar con esos bichos de un tajo!