domingo, 19 de octubre de 2008

My Big Come Down

No suelo elaborar ni leer reseñas de conciertos o música porque nunca he creído en el "periodismo musical" (¿'sa mamada que?, diría un buen amigo) en general y particularmente en lo que corresponde a la música "pop". Pero lo visto, escuchado y experimentado el sábado por la noche no me han dado tregua hasta el día de hoy, escucho la música de Trent Reznor día y noche, atendiendo a detalle cada disco que tengo, incluídas las novedades (Year Zero, The Slip, Ghosts) hacia las que hasta ahora no había tenido pizca de genuino interés, que me había conformado con bajar de la red para escucharlas una vez y abandonarlas hasta la próxima formateada de disco duro (como el 80% del material que uno baja de la red) y que hoy por hoy pienso adquirir en formato original; además cuando tengo tiempo libre frente al ordenador, veo pedazos de su presentación grabados por los asistentes mismos en youtube. El hombre nos tiene, a mi pituitaria y a mi, convertidos en una colegiala enajenada e hiperactiva en pocas palabras.

"Eso es lo que un verdadero concierto debe provocar", sentenciaba implacable en mis pasados puberiles; el paso del tiempo, el terrible lugar común "mas de la mitad de los músicos que escucho están muertos" y mi creciente intolerancia por formas recientes de expresión musical, que se me antojaban signos innegables de vejez prematura, me hizo flexibilizar mis concepciones pasadas y virar hacia una forma mas "civilizada y madura" de escuchar música y estar-en-un-concierto, en la cual no existe el abuso físico hasta los límites del propio cuerpo - gritos desaforados, saltos, trances convulsivos entre otras mas rudas y neanderthalescas formas de corporalidad -, el ánimo (sobre) exhaltado, ni entusiasmo que fuera evidente y no resultara pasajero ... Nine Inch Nails me tiró el mito adulto contemporáneo por un buen rato mas, y lo agradezco profundamente; puedo dejar de ver el mundo como un pañuelo y de pensar en lo terrible que es mi infierno personal en el que "todas las niñerías se tienen que acabar" a los 25 años.

Estos señores cuarentones tomaron el escenario armados de suficiente intensidad al interpretar tanto sus nuevas como sus clásicas composiciones como para derretir las caras de los asistentes y un espectáculo multimedia que hace parecer un concierto de Pink Floyd como una pastorela de primaria del siglo pasado.

Momentos memorables:

1) T. Reznor, repito, a sus cuarenta y algo ... entrando a saltos y tumbos al escenario (ver y escuchar atentamente el "no mames" del dude que grabó el video, seg. oo:15)


No mames, indeed.

2) "March of the Pigs" siempre es épica en un concierto de NIN.
3) "Pinion" tensando los músculos para asestar con furia "Wish", tal y como en el Broken.
4) El encore de canciones de "Ghosts", aunque al 90% de los asistentes les halla parecido "aburridísimo aunque rifado", fué increíble.
5) Sin mas "Gave Up", "Terrible Lie" y "Head Like a Hole", también infaltables.
6) "The Big Come Down" la mas improbable de las canciones a tocar del Fragile y con la que solía desgañitarme en casa cuando no había nadie, allá en 1999.
7) La increíble capacidad que NIN y su música tienen para convocar a los públicos mas eclécticos: punks, metaleros, góticos, electrónicos, todas las chicas de ascendencia germánica y con sobrepeso naturales o residentes en el país ... headbanging, mosh-pits ("los putazos" en jerga corriente) o baile y parafernalia "raver"; todo se vale y nada está fuera de lugar, razón de mas para amarlos.
8) Y ... todo el resto.

Me voy, ya es tarde como para estar escribiendo necedades a estas horas. Sobra mencionar que aunque muy buenas presentaciones, las de Flaming Lips y Stone Temple Pilots (con todo y la nostalgia noventera que presentaciones como las suyas suelen provocar en mi y grande fanss que de STP he sido) fueron absolutamente opacadas por la banda que inspiró este post, con todo y la esfera y los teletubbies (¿?) y el cumplimiento del 80% de mi wishlist de un post abajo.

[Nota mental de último minuto]: Otra gran amiga, al terminar los Flaming afirmó que la versión de "Yoshimi " estuvo muy chafa y no le gustó, yo creo que exagera y estuvo buena, lo que chafeó es que estaba pensada para ser cantada a coro por los asistentes, cuya actitud en general fué un fiasco y a quienes Wayne Coyne tenía que suplicar que mostraran señales de vida casi al final de la presentación. ¡Ahhhhh estas generaciones de hoy!

2 comentarios:

Öliver dijo...

Pues si, es loq ue me dijeron variso pajrillos gruñones que nadie se puso a tono con FL y quehasta fueron regañados por Scott Wieland, shame on you generaciones apaticas, como sea que chido que te sientes asi, no me he sentido asi desde que vi a Bright Eyes esa vez y en realñidad al final el backlash me hizo sentir mal, peor bueno, te dejo aqui mi respeusta lo comentado en mi blog (que nice/anticuado sone, espera, la palabra es vintage):

"Jejeje Golismi es el plural para Golismos, una rara enfermedad que padecen lso fanaticos del futbol!

Ah quedo bien chido el Ukonomiyaki! subiera una foto y la receta as soon as pueda mejroar el sabor de la masa, so ea sabe auna crepa comun y coriente la masa pero seguro puedo encontrar como hacer que sepa mas cool!"

Cobayo dijo...

Ya sabe que no soy fan de nada más que de mí mismo. Pero varias rolas de NIN han marcado hitos en mi vida. La que más recuerdo es tal vez la más trillada de todas, Hurt. Malos recuerdos, creame. Le mando un abrazo.