lunes, 21 de enero de 2008

Visita relámpago a Guadalajara

La historia del viaje es simple ... empieza cuando el amigo del primo del hijo del jefe de la oficina de un tío tiene a bien comprar un palco en el Estadio Jalisco y lo pone a disposición de sus familiares y empleados de confianza cuando está fuera de la ciudad. Una familia bien puma y aguerrida en un arranque de espontaneidad y de sana curiosidad decide poner a prueba esas palabras y aprovechar para visitar Guadalajara so pretexto de presenciar el encuentro entre los Pumas de la U.N.A.M y las Chivas rayadas.

El plan hubiera sido llegar a la "perla de occidente" con un día de anticipación para recorrer al menos los puntos clave de la ciudad, pero me fué imposible salir de mi casa hasta unas horas antes del encuentro panbolero. Inhabilitado para consumir las delicias gastronómicas de la región tuve que conformarme con la sóla emoción de ir en calidad de visitante a una cancha ajena y desconocida y guardar la esperanza (vana) de que los pumas rompieran su racha perdedora en ése recinto. Que vá ... 3- 0, y uno de los partidos mas mediocres que he tenido oportunidad de presenciar desde la época en que Leonel Bolsonelo era el centro delantero del equipo auriazul.

Después de tan patético espectáculo, a nuestros jarochos anfitriones les pareció que no habría mejor obsequio para conmemorar la ocasión que una playera autografiada por el rebaño sagrado:

mmmmta ... gracias.


Luego del partido a Tlaquepaque, a que todos los presentes en el palco - menos yo, carajo - pudieran seguir la jarra (si el resultado les era indiferente) o bien lavar la derrota como se lava - o intenta lavar - todo sentimiento incómodo, con una peda de antonomasia.

Experiencias y conclusiones

1. Guadalajara es linda ciudad, al menos desde dentro de un automovil y la ventana del hotel. Con todo y que casi casi ni la conozco, ocupa el primer lugar de los Estados de la República a los que me iría a vivir si por alguna razón o circunstancia tuviera que abandonar el Distrito Federal.

2. Al menos la mitad de la ciudad de Guadalajara asegura irle al Atlas, pero cuando juegan nunca nadie va a verlos, será por pena.

3. La "legión 1908" no vale madre.

4. No es mala idea comprar un palco en cualquier estadio, si se dispone de los medios. Se disfrutan bastante bien los partidos y tiene todas las facilidades y comodidades, desde saltarse olímpicamente los cateos de seguridad hasta llevar tu propio alcohol y garnacha sin perder el glamour.

5. Tlaquepaque es lo mas parecido a Coyoacán hace unos 20 años, para quienes amaron Coyoacán en ese entonces resulta imperdible.

6. Esta será una larga temporada para los pumas.

4 comentarios:

YO SOY EL QUE YO SOY dijo...

Hola

Dejaste un comment en mi blog que tuviste a bien firmar al final como Mauricio. Mas sucede que conozco una media docena de Mauricios, todos en circunstancias particulares y entre los cuales me da gusto saber sólo de un porcentaje, es así que te suplico me aclares que Mauricio eres tú para que me dé gusto o no.


gracias.

YO SOY EL QUE YO SOY dijo...

¡Qué gusto entonces! ¡Y qué bueno que ya tienes blog, está muy bien! Sería más lógico tener esta conversación casi en tiempo real en messenger o algo así, pero comento desde el celular y no le puedo esa cosa ni nada parecido, de cualquier manera, bienvenido!

Cobayo dijo...

A mi también me gusta Guadalajara. Mis visitas por aquellos rumbos han sido sumamente decadentes y siempre termino amaneciendo en un lugar que no conozco y dependiendo de la bondad de los extraños. ¡Vámonos a vender conchitas a Tlaquepaque!

Patrulla dijo...

Ver perder a los pumitas, aunque sea en un palco, duele y duele bien, sniff, sniff!!!